lunes, 2 de abril de 2012

Déjà Vu: A mata caballo con las nuevas tecnologías



Al hablar de Déjà Vu es posible que aquellos no familiarizados con el ámbito de la Traducción, asocien esta denominación al sentimiento de que uno ya ha sido testigo o ha experimentado previamente una situación nueva —tal y como definió el investigador psíquico francés Émilie Boirac (1851-1917)—.Sin embargo, todo aquel Traductor en activo que se precie de serlo sabrá, sin lugar a dudas, que se trata de un programa de traducción asistida por ordenador, de una memoria de traducción que permite a partir de una base de datos terminológica, que previamente se va incluyendo del propio corpus del traductor, facilitar y agilizar la tarea de traducción.

He de ser franco y confieso que a pesar de haber oído sobre este programa, al igual que de otros tantos como Trados o SDLX, y de sus posibles bondades, siempre fui reacio a utilizarlos. Al igual que muchos escritores actuales, no se desprenden de la magia de seguir creando historias y anécdotas mediante su legendaria maquina “Olivetti”, yo me resistía a utilizar estos «softwares» y solía acudir a los glosarios que yo mismo a lo largo de mi experiencia como estudiante y en activo como traductor había ido elaborando. Admito, por otro lado, que siempre he pensado que un traductor nunca podrá serlo si no es capaz de adaptarse a los tiempos que corren y que siempre en una u otra medida he hecho uso de las nuevas tecnologías, ya fuese mediante el uso de webs terminológicas, glosarios en línea, foros y muchos otros, además de elaborar mis propios glosarios en formatos como el de Excel.


Dejando a un lado estas reflexiones y volviendo a Déjà Vu, hemos tenido la posibilidad de empezar en la alineación de textos paralelos y parece que el programa proporciona otras opciones como la utilización de filtros de autoedición o un gestor de terminología. No obstante, si he de ser crítico, todavía no estoy convencido de las «maravillas» del programa, considero que se invierte mucho tiempo en la alineación de textos e introducción del corpus y además no permite la lectura de formatos en PDF, precisamente el formato más utilizado por los clientes. Sin embargo, creo que estamos en la fase temprana de utilización del programa y vamos a ser pacientes sobre lo que podamos descubrir en los próximos días haciendo uso del «afamado» Déja Vu en las traducciones.


Marco Antonio Castán de Amo


Gestión de proyectos de traducción: planificar o perecer


Tras haber trabajado en la elaboración y planificación de un Proyecto de Traducción, a uno le viene a la cabeza la ingente cantidad de detalles a tener en cuenta a la hora de iniciar este proceso. En efecto, en principio cualquiera podría pensar que lo único necesario para cumplir tal tarea sería manejarse bien en la traducción y ser capaz de en mayor o menor medida cumplir con los plazos de entrega establecidos por el cliente. Sin embrago, han de considerarse muchas más cuestiones previas que dependerán del éxito del proyecto, lo que a su vez incidirá en la satisfacción del cliente final. Factores como la naturaleza del proyecto, el número de traductores, fases y tipos de tarea como la fase lingüística, la técnica (formatos) o las tareas no sólo de traducción, sino además, de revisión y corrección, se han de planificar meticulosamente antes de iniciarse en el intrincado desarrollo de la gestión del proyecto de traducción.

Creo, no obstante, que esta amplia labor de planificación implícita ayuda al Traductor a ser más consciente de la importancia de prever su trabajo y de programar todas y cada una de las tareas necesarias para cumplir con las condiciones mínimas y con las expectativas del cliente, algo que considero primordial para mantenerse activo en el ámbito de la Traducción.


Marco Antonio Castán de Amo